La gran bestia agitó sus colosales alas creando tornados a su paso, el grupo en el puente de piedra desvencijado se preparó para el combate, Rener viendo el cielo abierto convocó una serie de tormentas cuyos rayos golpearon al monstruo, este en represalia tomó al druida con sus garras y voló con él para lanzarlo en contra de las montañas, Alexus al ver esto tomó la espada solar que iluminó el lugar mientras de un salto se aferró a una de sus patas, por su parte el resto del grupo mediante insultos, flechas y jabalinas debilitaban poco a poco al Roc.
Mientras esos ataques ocurrían, un fuego oscuro se formó en la retaguardia del grupo y de sus llamas apareció un hombre alto y pálido con los ojos totalmente amarillos y una sonrisa malévola que atemorizó al grupo con su mera presencia, el grupo creyó que este nuevo ser era un enemigo más, un posible guardián del puente, pero estas suposiciones estaban lejos de la verdad, pues el hombre de forma veloz se encaminó en contra del Roc lanzando un fuerte ataque con su espada, dicha espada el grupo la reconoció, al igual que su portador, era Ceres quien había renacido como una fuerte Saga y cuya gema en su posesión la corrompió para convertirla en su piedra corazón. Con este poder el pícaro hirió en gran medida al guardián del monte quien en su desesperación lanzó a Rener a las rocas para centrarse en el nuevo enemigo.
Alexus al ver como Rener caía, desplegó sus alas para perseguirlo pero la niebla del lugar era demasiada impidiendo al joven guerrero ver donde estaba su compañero por lo que no pudo salvar al licántropo de su fatídica muerte. El roc confiado en su fuerza voló hacia Ceres con toda su fuerza, momento que Nhao aprovechó para golpear con su mayal el cráneo del monstruo logrando que el ave se precipitara contra el puente, momento que Alexus aprovechó y mediante una ráfaga de viento que usó para impulsarse nuevamente hacia el puente logró con un corte de su espada acabar con el roc.
Mientras Alexus cortaba una garra del monstruo, el grupo decidió que los guardias regresaran con la carroza a Vallaki al momento que ellos continuaban en dirección al templo, posteriormente de presentar sus tributos a sus compañeros muertos Rener, Yevgeni, Lion y Syndra, el grupo avanzó por el puente caminando por la cruenta nieve hacia el horizonte. Al cabo de un par de horas caminando por la fría nieve en donde Alexus eliminó a un carnero enorme y cuyas pieles usó para abrigarse, el grupo se encontró con el hijo de Vargas, Víctor quien tiempo antes viajó al templo de Ámbar, al ver al grupo Víctor reconoció a Freya y luego de ser alimentado por el grupo Victor comentó su travesía a través de la zona, luego de varios días perdido en la montaña y sin nada con que alimentarse, el joven mago tuvo que usar a los cadáveres que había animado para alimentarse, agradeciendo por la comida Victor se une al grupo en pro de conseguir los secretos del templo buscado.
Gracias a la información del mago el grupo logra ver la fachada de una especie de templo excavado en la ladera de la montaña escarpada, el frente de la estructura contenía seis enormes estatuas talladas en un solo bloque de ámbar que representaban figuras encapuchadas sin rostro con sus manos juntas en un gesto de oración y entre las dos estatuas más recónditas se encontraba la entrada del lugar. Ceres con sus nuevos poderes empezó a explorar las zonas del interior, viendo a un grupo de barbaros en una sala cercana. El pícaro mediante su ojo entregado a Alexus comunicó de esto al grupo, Szoldar al escuchar esto comentó que este grupo de barbaros tendría respeto a Alexus quien acabó con el carnero y el roc del monte una vez que este muestre los dichos trofeos ante ellos. Con esas palabras Alexus confiado entró a la sala y luego de presentarse ante los barbaros mostró los trofeos, los bárbaros respondieron positivamente, pero lamentablemente el grupo descubrió pronto que estos barbaros eran aliados del conde, pues al preguntar a la líder de estos, una mujer llamada Helwa acerca del lobo enorme que estos tenían como mascota, esta respondió que el lobo era un regalo del señor de Barovia para el clan. El grupo omitiendo sus deseos de acabar con Strahd solicitó a Helwa el poder descansar en este lugar para posteriormente seguir investigando el lugar, Helwa aceptó al grupo mientras ellos consumían los pocos alimentos que les quedaban, la bárbara aprovechó para mencionar de unas calaveras envueltas en fuego que atacaban a los intrusos en la zona norte. Luego de un descanso Ceres continuó investigando en el templo en su forma etérea, pero al momento de llegar a una estatua enorme con la apariencia de un cultista siniestro hecha de mármol negro, una voz gutural le habló:
-Intruso vienes a robar el conocimiento del dios de los secretos, debes morir inmediatamente.-
Un rayo verdoso salió de la estatua de mármol impactando al pícaro dejándolo al borde de la muerte. El pícaro huyó de la zona reencontrándose con Freya y los demás, pero al momento de volver al plano material y comentarle todo a la tiefling, los cráneos en llamas aparecieron en la zona con claros deseos de ver muertos a los presentes...
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