ENCUENTRO CON RAHADIN


Absortos por el nuevo habitante del castillo el grupo habló con Cyrus para conocer un poco más del conde, pero lo único que lograron obtener del amalghomo era que debían descansar en las habitaciones de los invitados. Syndra logra convencer a Cyrus para que mejor les dieran una cena antes de subir a descansar, por lo que el encorvado hombre decidió ir por la cena mientras el grupo esperaba en el comedor repleto de huesos. Freya y Domeck aprovecharon el momento para intentar colocar el cráneo del dragón en el bolso de contención mientras Syndra empezó a investigar junto con Lion, Sobek y Rener las habitaciones antes de reencontrarse con Cyrus, su inspección dio frutos al encontrar una bolsa con monedas de electro, pero también encontraron al mayordomo de Strahd, Rahadin quien viendo al grupo decidió empezar con la promesa del conde a los héroes. 


Sobek comenzó el ataque con una jabalina, pero una sombra demoniaca se levantó entre el elfo y el grupo y detuvo el arma lanzada y se dispuso a atacar, mientras unos canticos góticos dulces pero a la vez estridentes se escuchaban en la cabeza de los aventureros quienes empezaron a caer del dolor. Uno a uno empezaban a ser presas del terror emanado por el elfo Rahadin y su demoniaca sombra, sin embargo, los poderes de curación de Lion los mantenía estables. 


El ruido de batalla alertó a Vasilka quien acudió al grupo solo para ser eliminada por el elfo y su sombra mientras reían con crueldad. Ante el inminente desenlace Sobre fue a revisar en la otra sala si Domeck y Freya les ayudaban en contra de Rahadin, pero quedó sorprendido al ver como sus compañeros habían desaparecido, sin otra opción el grupo huyó del lugar presa del miedo, Lion y Syndra bajaron unas escaleras que tenían al frente mientras que Rener subió otras perdiéndose en la oscuridad. Por su parte Sobek intentó esconderse en el techo escalando cual lagarto pero Rahadin muy hábilmente pudo descubrirlo, sin otra opción el lagarto rogó por su vida a lo que el elfo aceptó a cambió de servirle al señor del castillo, en ese momento Cyrus apareció para escoltar al nuevo sirviente Sobek a sus aposentos y ponerlo a descansar mediante una densa niebla que emanaba un incienso del cuarto, justo antes de cerrar los ojos, Sobek vio como Cyrus traía arrastrando los cuerpos de Domeck y Freya a esta misma habitación. Por su parte el clérigo y la tiefling terminaron de descender las escaleras llegando a una habitación con un brasero de piedra en su centro adornado por siete piedras de cristal de diversos colores ubicadas de forma equidistantes y sobre este se encontraba un reloj enorme de arena la cual colgaba de unas gruesas cadenas de hierro, custodiado por un par de estatuas de hierro con la forma de unos caballeros montados en su caballo. En la base del brasero se encontraba un verso en común cuyas palabras irradiaban luz que profesaba lo siguiente: 

"Tira una piedra entre la lumbre: 
La morada va a la montaña, a su cumbre. 
Al pico del castillo la naranja va; 
la roja, conocimiento te brindará. 
A ocultos ataúdes la verde conduce; 
la novia del señor, añil su vestido luce. 
Azul, de la antigua magia el vientre; 
amarillo, que en la tumba del amo entres."

Por ultimo Rener avanzó por las escaleras hasta llegar a un pasillo en donde conoció a una joven sirvienta que limpiaba catres, pero al intentar Rener de descansar en los catres, la mujer mostró su verdadero ser una vampiresa que atacó sin piedad al pobre joven quien al borde de la muerte escapó gracias a convocar a un par de arañas que se dedicaron a batallar con la mucama. Rener desangrado huyó por los oscuros y tétricos pasillos del colosal castillo hasta llegar a un pasillo repleto de estatuas, el druida viéndose agotado pero al no ver peligro a la distancia cae al suelo desmayado.



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