Cansados de estar bajo el yugo de Strahd y de servir como conejillos de indias, los guerreros Rothman y Lucky convencieron a Elizabeth de avanzar ante el castillo Ravenloft con la lanza sangrienta del guerrero y con la fortuna de su lado ellos lograrían acabar con el mal de la zona y restablecer a Barovia a su status quo. Elizabeth aún preocupada por su madre y sin poderse encontrar con su padre en el antiguo campamento vistani, ahora campamento elfico los apoyó. Juntos marcharon al castillo Ravenloft en donde el conde les aguardaba, por el camino sufrieron a manos de los esbirros de Strahd, zombies, lobos y demás criaturas, pero su tenacidad los mantenía en camino al castillo. Una vez llegaron fueron recibidos por el elfo mayordomo del conde quien Rothman lo había visto anteriormente: -Saludos señores, mi señor sabía de su llegada, lamentablemente no tiene deseos de verlos y me ha pedido que acabe inmediatamente con ustedes!-. El grupo levantó sus armas en contra del elfo, pero una especie de sombra los engulló mientras algo devoraba a Lucky, su hermano sacó su lanza y atacó a la oscuridad pero desapareció con un grito de dolor dejando solo en el suelo la lanza sangrienta. Escuchando los gritos del semiorco como ecos en el inmenso castillo, Elizabeth saltó y huyó a toda velocidad perdiéndose en los pasillos del castillo mientras que el elfo sonreía al haber quebrado la cordura del grupo.
Muy lejos de allí en la posada de los Martikov una mal herida Ezmeralda se levantaba de sorpresa, sus costillas rotas le impedían pararse bien y jadeaba en cada respiración, preocupada tomó sus cosas y bajo las escaleras con mucho cuidado encontrando a Freya embriagada de vino y tendida en el suelo de la taberna, Ezmeralda la despertó: -Freya, Freya aún no han llegado Elizabeth y los demás? cof- La tiefling adolorida negó con la cabeza que le daba vueltas. Al momento descendieron los demás, Alexus quien gracias a Lion se encontraba en mejor forma, Ceres, Domeck, Syndra, y los lastimados Sobek y Rener, que molestos por tener a Vladimir siguiendo sus pasos empezaron a idear un plan para detener para siempre al retornado caballero de la orden del dragón de plata, concluyendo que debían conseguir los demás objetos profetizados por Madame Eva.
Ceres quien había estado muy callado decidió preguntar por Vallaki sobre el señor del pantano quien Madame Eva le comentó en su carta. Alexus fue a acompañarlo y así conocer más al joven, por su parte Ezmeralda muy preocupada pidió a los demás ir en búsqueda de Elizabeth pues presentía que había ido directamente al castillo Ravenloft mientras ella se recuperaba en la posada, prometiendo que los alcanzaría junto con Ceres y Alexus. Entonces el grupo Lion, Syndra, Freya, Rener, Domeck y Sobek recordando la presente deuda con el Abad de entregar a Vasilka a Strahd aceptó de inmediato calculando que el resto de los objetos profetizados se encontraban en el castillo.
A las nueve de la mañana el grupo armó la carroza de Vasilka y con la mujer vestida de novia partieron a Ravenloft, llegando en horas de la tarde, Rener recordando que su objeto se encontraba cerca del camino al castillo se separó del grupo caminando velozmente a la intersección del río Ivlis. Allí y gracias a su unión con la naturaleza vio que el poste que indicaba los caminos del pueblo de Barovia, de la laguna Tser y del castillo Ravenloft emanaba energía y magia, Rener tomó el poste que era del tamaño de un bastón mientras corría para alcanzar nuevamente a sus compañeros. Mientras tanto el grupo principal llegó al imponente castillo Ravenloft, donde el puente levadizo bajó chirriante para darles la bienvenida, allí los aventureros vieron el inmenso patio que había sido escenario de una matanza donde varios Barovianos perdieron la vida. Sobek se adelantó muy atento sacando su espada imbuyéndola de ki, Domeck a su lado iluminó la zona con su globo flotante. Allí vieron como cuatro gárgolas con una forma similar a la de un dragón se lanzaron al ataque.
La batalla fue intensa pues las estatuas podían lanzar bocanadas de fuego, sin embargo, Freya y Syndra resolvieron la situación, la primera convocando varios murciélagos gigantes mientras la segunda lanzaba su Eldritch Blast al que se unió Domeck, al final y jadeando llegó Rener quien mediante unas manos ardientes descubrió que el fuego no afectaba a estos seres, también Sobek con su espada termina con los molestos monstruos para continuar.
En la siguiente sala enorme el grupo fue recibido por el mayordomo de Strahd, el elfo Rahadin quien con una sonrisa se presentó y guio al grupo ante su maestro, allí en un enorme comedor se encontraba de espaldas el conde Strahd Von Zarovich tocando un inmenso órgano con una música deprimente.
El conde saludo al grupo mientras continuaba tocando y los invitó a comer, Freya vio que las copas estaban llenas de una Champagne dorada y burbujeante que al tomarla la llevó a los cielos por su exquisito sabor, recordando la profecía de los objetos calculó que el vino era este y su tonel se debía encontrar cerca. Algunos comieron y otros no, Rener por su parte totalmente desconfiado empezó a realizar un ritual para conocer la magia del lugar, mientras que Domeck respondió a las preguntas de Strahd y explicando el motivo de su venida, entregando a Vasilka como la futura señora de Barovia ante el conde.
Strahd molesto por escuchar la propuesta de matrimonio y recordando que el mismo grupo apartó a su amada Tatyana de su lado, maldijo a todos mientras desaparecía en una bruma deseando la muerte de ellos en sus manos. El grupo sorprendido vio como la comida se pudría y se convertía en ceniza y las luces se apagaban, Sobek salió de la habitación a buscar a Rahadin pero no lo encontró. Ya quietos y sabiendo que no van a poder salir del castillo el grupo comenzó a explorar. En primer lugar intentaron terminar el ritual de magia de Rener, pero no detectaron nada, Syndra con un simple movimiento de sus manos lo confirmó, Rener molesto empezó a tocar torpemente el órgano, pero Freya al escuchar los ruidos molestos detectó algo y al tocar ella confirmó que el órgano sellaba una puerta secreta, por lo que el grupo decide mover el órgano y explorar por ese lugar antes de estar a la vista del conde y ser atacados por el vampiro, o eso pensaban.
Luego de caminar por un pasillo lleno de espejos y descender por unas escaleras de caracol el grupo llegó a un cuarto lleno de montañas de huesos en un lado se encontraba el cráneo de un dragón enorme que Freya reconoció como la estatua del dragón de la entrada de la mansión de Argynvostholt por lo que pidió al grupo que bajaran el cráneo y mientras Rener seguía explorando, Domeck lanzó su Eldritch blast para abrir un hueco en la puerta, Sobek intentó ver más allá encontrando a un hombre mutado como los vistos en Santa Markovia parecido a un enano, pero con partes en su rostro de lagarto y pantera sosteniendo una pesada linterna quien molesto por la algarabía mencionó: -Señores, este ruido y esta destrucción no complacerá al amo, por favor huéspedes, vengan conmigo y regresen a sus habitaciones.-
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