En el oscuro almacén solo un milagro podía salvar al grupo, Elizabeth ayudó como pudo a la tiefling Syndra que en el suelo solo disparaba su Eldritch blast a las ventanas con el objetivo que los vampiros no terminaran con su vida, Freya por su parte en su completo desespero buscó consuelo en su gaita, imaginando un lugar mejor que en el que estaba, la música sirvió de inspiración a Lion quien lanzó varias saetas guía a las criaturas logrando eliminar a una de ellas, sin embargo, los engendros se dieron cuenta de los poderes del clérigo y decidieron eliminarlo al instante, Elizabeth buscó por todos los medios atraer la atención de los monstruos pero sin éxito. Justo cuando Lion iba a ser vencido, el poderoso mangual de Lucky impacto contra el cráneo de un vampiro sonando un trueno al impactar logrando intimidar a los demás, y mientras preparaban una nueva estrategia, el gran Rothman atacó en arremetida en contra de tres de ellos y con una ola atronadora logro expulsar a tres de ellos quedando tendidos en los rayos de sol de las ventanas rotas, al instante los vampiros fueron incinerados dejando solo un pequeño montículo de cenizas en el suelo.
Quedando solo tres vampiros estos se propusieron a huir inmediatamente, pero Rothman logró agarrar a uno de ellos: -¡Bien rata de mar!, tu capitán exige que le cuentes todo lo que sabes, ¿Por qué has llegado a este mundo? ¿Dónde está mi barco? Y lo más importante ¿Qué es lo que quieren hacer en esta ciudad?-
El vampiro asustado de la amenaza de su capitán quien, con el agua bendita del padre Donavich, intentaba meterle el líquido por la tráquea, mencionó del portal del almacén y de lo imposible que sería para nuestros héroes detener a Strahd, Rothman quiso averiguar más cosas, pero el miedo del vampiro por el señor de estas tierras lo obligó a empujar a todos e incinerarse con el rayo de luz del sol, sin embargo, eso no estaba en los planes de Rothman, quien de un jalón lo puso nuevamente en el suelo.
Justo en ese instante guardias de la ciudad acompañados por el asustado Henrik llegaron al almacén, este venía acusando falsamente al grupo de ser los que habían infiltrado a los vampiros, el grupo mostrando pruebas de su inocencia sacaron al engendro vampírico al sol, demostrando que ellos antes venían a eliminar a los impíos seres. Es entonces que los aventureros fueron llevados a juicio a la mansión del burgomaestre de la ciudad.
Allí fueron recibidos por un hombre de edad con mirada inquisidora acompañado de un par de mastines fornidos que comían una carne cruda dejada por su amo, el hombre se presentó como el burgomaestre de Vallaki, el gran Vargas Vallakovich, quien escuchó sorprendido ambas partes, y aún incrédulo que en su ciudad se encontraran estos seres merodeando, Lucky cortésmente pudo convencer de las buenas intenciones del grupo y Syndra pudo demostrar su inocencia intimidando mentalmente a Henrik quien totalmente asustado se desplomó a los pies de Vargas. Sin dudarlo, Vargas confinó a Henrik al castigo de la infelicidad justificada justo cuando el capitán de la ciudad Izek llegaba.
Luego de este evento el grupo fue invitado a comer por Vargas en agradecimiento por sus servicios, ellos aprovecharon para descansar un poco luego de tan cruenta batalla recuperando un algo de salud, mientras comían, Vargas irrumpió en el comedor solicitándoles un nuevo favor: -Por favor, viendo como resolvieron las cosas en el almacén de ataúdes, les solicito el favor que vayan a investigar a la iglesia de San Andral, ya que en este lugar se encuentra una poderosa reliquia que mantiene a raya a las fuerzas del diablo Strahd, por lo que algo debió haber pasado para que las huestes del diablo hayan entrado, acepten la misión y serán gratamente recompensados- El grupo estuvo a punto de declinar la oferta, pero con el dinero en la mesa cambiaron de opinión, Vargas les otorgó unos permisos especiales para que pudieran dirigirse sin problemas por la catedral.
Una vez salieron de la mansión, el grupo regresó a la taberna pues sus cuerpos molidos no soportaban otro enfrentamiento, allí se encontraron con un semielfo bardo de nombre Rictavio, a quien Lucky le llamó la atención. El semiorco se presentó cortésmente y mediante una buena cerveza (últimos litros que tenía en su barril) hablo tendidamente con el bardo, Freya acompañó la dulce melodía del semielfo notando una gran diferencia de habilidad entre el semielfo y la tiefling, siendo esta última muy superior, Syndra noto que la habilidad del bardo dejaba mucho que desear así que habló mentalmente con él: -Estas preocupado por Strahd, nosotros hemos venido desde otro mundo buscando eliminarlo, ¿Te gustaría unirte a nosotros?, pues noto que no eres un bardo, más bien presiento en ti el temple de un poderoso guerrero- Mentalmente Rictavio respondió con una voz de una persona mayor: -¡Estas en lo correcto chica cabra! Mi nombre no es Rictavio, soy Rudolph Van Richten, un caza vampiros y mi objetivo es vengarme del conde Strahd-
Con la sorpresa de un nuevo aliado el grupo se prepara para enfrentarse a los peligros de Vallaki
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