CAMINO A VALLAKI

Llegando a la casa del burgomaestre, nuestros aventureros fueron bien recibidos por Ismark recibiendo buenos alimentos y descanso en la ya deteriorada mansión, los jóvenes semi-orcos y el alegre Volo se encontraban durmiendo en sus habitaciones producto de una gran ingesta de cerveza, al poco tiempo llegó Elizabeth quien se había separado del grupo para encontrarse con el padre Donavich y de este recibió varios regalos, un par de libros cuyas hojas podían servir de ayuda y lectura y un pergamino de curar heridas, lamentablemente por el estado de embriaguez de algunos miembros del grupo, en especial de Volo, el grupo no pudo partir por lo que decidieron descansar una última noche en la mansión.



Lion sugirió vigilar por si había algún imprevisto mientras dormían, la sugerencia fue acertada ya que a las tres de la mañana Strahd hizo su aparición: -Tatyana amada mía, he venido por ti, sal inmediatamente para que estemos una vez más juntos- los gritos del conde fueron tan fuertes que todos los habitantes de la mansión se despertaron de un golpe, Lion quien estaba realizando la guardia junto con un Rothman resacado, observaron a la penumbra de la noche viendo que el señor de Barovia se encontraba acompañado por un ejército de muertos quienes tenían por misión entrar en la casa y acabar con cualquier criatura viva que se encontraran, Rothman decidió subir por las escaleras e informar a los demás mientras Lion se disponía a detener a los no muertos. Pero algo que no contemplaron los jóvenes fue el hecho que Ireena también estaba despierta y como si estuviera en una especie de trance bajo las escaleras para abrirle las puertas al conde. 


En esta situación Rothman gritó con todas sus fuerzas un poco de ayuda mientras detenía el avance de la doncella, pero al parecer, su fuerza era mayor que la del guerrero como si estuviera bajo el control de un ser demoniaco, Ireena lanzó por los aires a Rothman mientras Ismark y los demás se reunían. Lucky como siempre fue al frente de la batalla brindándole a Lion una pequeña oportunidad de lanzar una protección contra el mal en Ireena, quien salió del trance impuesto por Strahd. 

Lamentablemente la ruptura del trance solo hizo enojar más a Strahd quien levantó más muertos del jardín del fallecido burgomaestre, Volo al ver el poder del señor de Barovia no pudo soportar más y huyó teleportándose a un lugar incierto, Ismark viendo que la mansión no resistiría intenta conseguir ayuda mientras el grupo detenía el avance de los zombies, Ireena quería ir con su hermano, pero Elizabeth reconociendo el nombre de Tatyana, supuso que el objetivo de Strahd era secuestrar a Ireena a costa de todo, por lo iban a perseguirla si Ireena salía de la casa, por lo que no era buena idea, así que la joven quedó al cuidado de Freya. 


La madera colocada para reforzar las ventanas cedieron y la batalla dio inicio el ejército de Strahd atacó sin piedad al grupo, pero gracias al poder de Lion y Syndra y los ataques de Elizabeth, Lucky y Rothman pudieron hacer frente ante tal amenaza, pero Strahd no estaba satisfecho y con su increíble poder iba a convocar a más seres impíos, sin embargo, justo en ese instante el padre Donavich llego en su auxilio y lanzando un vial de agua bendita detuvo la convocación de más seres, Strahd ante esta humillación decidió encarar al padre solo para ser detenido por la misma Ireena quien firmemente le plantó cara al señor de las tierras. El diablo indignado decidió retirarse, esperando una nueva oportunidad para hacer cumplir sus planes, el grupo agotado por la escena en Barovia decide descansar lo mejor que pudieran para partir temprano en la mañana. 

Al día siguiente el primero en levantarse fue Rothman quien buscó también por su parte algo de información, descubriendo que un gran mago se enfrentó a Strahd hace un año, pero fue vencido quedando loco, los rumores también indicaban que posiblemente el hombre se encuentra en el monte Baratok que queda al norte de Vallaki, con un nuevo objetivo Rothman se despide del aldeano. 

En la travesía hacia la ciudad el grupo vuelve a pasar por el lugar que se encontraba el campamento de los Vistani y Madame Eva, pero estos ya habían partido del lugar, dejando atrás solo las marcas de las ruedas del carromato en el lodo, también se encontraron con una familia de aldeanos de quienes supieron que el burgomaestre de Vallaki, el barón Vargas Vallakovich promovía leyes extrañas a su gente por lo que el grupo se cuestionó si Vallaki era el mejor lugar para dejar a Ireena. 

Al caer la tarde y comenzar la noche el grupo pudo divisar un pequeño humo cerca de un viejo molino, recordando las palabras de la anciana Morgantha los héroes supieron que ese molino era la guarida de la diabólica bruja. Ismark e Ireena no quisieron acompañar a los aventureros al lugar, decidiendo esperar en el cruce mientras el grupo investigaba. 


Al llegar al lugar el escenario era terrorífico, peor aun cuando Freya pudo investigar un poco mejor la zona descubriendo una cantidad considerable de huesos de niños, el grupo en alerta entró al molino a pesar del sórdido evento o que un cuervo intentara atacar a Syndra como si intentar advertirle de algo. En la primera planta pudieron ver entre harina e ingredientes para hacer pasteles de carne, un barril con un líquido espeso y oscuro que burbujeaba, Lucky no lo pensó dos veces y volcó el barril con su pie, mientras con una antorcha intentaba evaporar la fétida sustancia, con la esperanza que el fuego consumiera la podredumbre que emanaba dicha sustancia, lamentablemente la antorcha lo único que hizo fue apagarse al instante quedando inservible, el grupo con pesadez subió por las escaleras del molino al segundo nivel. 


Allí el escenario fue peor, el olor a sangre seca, vómito y otros hediondos olores que no se pueden describir generaban una especie de niebla en la zona, Freya pudo escuchar dentro de la piedra del molino un leve llanto, por lo que Lucky y Rothman decidieron abrir la tapa del mismo, encontrando una gran cantidad de cuerpos de niños y de bebes totalmente machacados por las enormes piedras del molino, y entre ellas una pequeña criatura con las extremidades, costillas y columna rotas intentando vivir un minuto más, Freya con lágrimas en sus ojos quiso ayudarlo, pero sus heridas eran tan graves que lo mejor era darle un descanso mejor, Lucky orando a sus dioses orcos le brindó el descanso eterno, clamando por una cruenta venganza en contra de la anciana Morgantha. 

Subiendo al tercer nivel el grupo pudo ver como dos mujeres famélicas y horrorosas se encontraban bailando en el centro de la sala mientras que a lo lejos un par de cajas de madera contenían a dos pequeños que sollozaban mientras las mujeres cacareaban en tono burlesco, Elizabeth aprovechando la distracción de las mujeres decidió atacarlas, Syndra la siguió, pero a pesar del gran daño las mujeres solo se voltearon transformándose en un par de sagas oscuras cuyos ojos inyectados de sangre y lenguas babosas saboreaban a sus nuevas víctimas, Elizabeth intentó esconderse en las sombras mientras Lucky y Rothman fueron al frente confiados en que sería una batalla sencilla, pero esto cambió cuando del suelo se abrió una trampilla y del agujero la mayor de las sagas Morgantha apareció con su boca masticando una pierna de bebe gritó fuertemente: -¡Bella!, ¡Ofallia! Esos son los malditos que intentaron matarme, ¡protejan a su madre y mátenlos sin piedad!- con un nuevo giro en los eventos, el grupo tuvo que enfrentarse al aquelarre de las brujas donde las hijas de Morgantha atacaban cuerpo a cuerpo mientras que la anciana lanzaba los mejores conjuros en contra del grupo. Esta vez fueron las notas amenas de la gaita de Freya que inspiraron a nuestros héroes de acabar con este mal, Lucky con una jabalina pudo empalar a Morgantha mientras que Lion convocó una guadaña espiritual que degolló el cuello de una de las hijas. 


La bruja restante suplicó clemencia, pero era tal la perversión y el mal que había realizado el aquelarre que Elizabeth le perfora la carótida dejando que la bestia se desangrara. Es entonces que Freya libera a los niños quienes agradecidos por haberles salvado la vida se presentaron, el niño era de unos siete años y se llamaba Freek y la niña de apenas cinco años se llamaba Myrtle, siendo ambos de la ciudad de Vallaki, el grupo aprovechando su destino, decidió cuidar de los niños hasta entregarlos a sus padres.

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