Abriendo los ojos el grupo se encontraba mareado, como si hubieran salido de un sueño, las cartas se encontraban allí tendidas sobre la mesa y cada una representaba algo de suma importancia para detener al diablo Strahd.
La primera carta concernía la historia del conde, algo que serviría para conocer las motivaciones del vampiro, era el Mercader y representaba un negocio que era una oportunidad única, Madame Eva nos mencionó que debíamos buscar el tonel de vino más fino, donde ya no quedaba ninguna gota.
La segunda carta hablaba de un símbolo sagrado de esperanza, era el Vengador y representaba la justicia y venganza a grandes males, Madame Eva nos dijo que buscáramos en la casa de un dragón, que el tesoro se encontraba en manos de un ser puro que ahora estaba corrompido.
La tercera carta nos mencionaba de un arma de la venganza, una espada de luz solar, era el Mago y representaba misterio y enigmas, Madame Eva mencionó que la espada se encontraba en la torre de un mago en un lago.
Las dos últimas cartas nos mencionaba sobre un aliado que nos ayudará en nuestra misión y donde nuestro enemigo se encontraba, Rothman y Freya estaban ansiosos y sus almas conectaron con las cartas, la primera era la carta de la Marioneta, Madame Eva sobresaltada mencionó lo siguiente: -¿Qué horror es este? Veo un hombre hecho por un hombre, Eterno y solo, que acecha en las torres del castillo-, los aventureros no supieron que significaba lo dicho por la adivina. La última carta fue aún más inquietante, era la Bestia, Madame Eva firmemente nos dijo que nuestra batalla con el conde sería sin duda alguna en su oscuro trono.
El grupo salió y se encontró con un entusiasmado Volo quien quería saber que les había dicho la adivina, los aventureros consternados pues sintieron una especie de deja vú le comentaron poco al hombre pues sentían que Volo podría servirles de utilidad para poder conocer más el terreno y que si mencionaban cuan fuerte era el señor de las tierras de Barovia, perderían la oportunidad de conocer lo que Volo sabía, así que hablaron mejor de sus hazañas en Costa de la Espada mientras pasaban la noche en el campamento.
A la mañana siguiente el grupo decidió regresar a la villa de Barovia y ayudar al joven Ismark a llevar a su hermana a Vallaki, por el camino de regreso los aventureros encontraron materiales para que Syndra pudiera hacer hechizos, un frasco de lenguas de necrófagos y un vial de perfume que solo Syndra y Freya pudieron detectar, llegando a Barovia, el grupo visitó nuevamente la catedral para preguntar si Ismark se encontraba allí, cuál fue su sorpresa que efectivamente en el cementerio atrás de la catedral se encontraba el joven con su hermana realizando el ritual que daba el descanso eterno a su padre Kolyan, sin embargo, el grupo fue rechazado por el padre Donavich que exigía que se retiraran aún sentido por la muerte de su hijo, pero Elizabeth logró calmarlo y explicarle la situación, el sacerdote comprendió que ese ser ya no era más Doru sino una criatura de la noche y comenzó a llorar.
Luego de unos minutos el padre agradeció por las palabras de Elizabeth y le comentó que pasara nuevamente por la catedral en horas de la tarde para darle algo que podría servir en su travesía, luego el grupo acompañó a Ismark a la mansión, pero sintiendo que la actitud de Ireena era antipática decidieron apartarse de los hermanos y reabastecerse de objetos, mientras Volo y los semiorcos se dirigían a la taberna a consumir la "sangre de Barovia" es decir vino de buena calidad, quedándose dormidos de tanto licor que consumieron.
Por su parte Elizabeth, Syndra, Freya y Lion se dirigieron al almacén mercantil de Bildrazh, donde sus excesivos precios ahuyentaron al grupo, solo comprando un bastón de roble viejo destinado a Syndra. Regresando al templo el grupo vio como Volo, Rothman y Lucky se encontraban dormidos de todo el licor que habían consumido, Elizabeth aprovecho para hablar con las mujeres vistani que vio el otro día, confirmando que eran las dueñas de la taberna.
Las mujeres hablaron con la semielfa y a cambio de un favor que consistía en echar a un par de sujetos que se negaban a pagar hablarían con ella. El trabajo se realizó de forma eficiente, Syndra y Freya fueron quienes sacaron a los hombres y luego los asesinaron obteniendo el dinero que no habían pagado, las mujeres llamadas Alenka, Mirabel y Sorbia felices del resultado, les comentaron todo lo que ellas sabían, entre las cosas más significativas se encontraban los siguientes rumores:
Strahd proviene de una línea de sangre real. Murió hace siglos y aún perdura como uno de los no muertos alimentándose de la sangre de los vivos, los Barovianos se refieren a él como el "diablo Strahd"
Strahd ha tomado muchas consortes, pero solo ha conocido un amor verdadero, una campesina Baroviana llamada Tatyana.
Strahd conquistó esta tierra hace siglos y le dio el nombre en honor de su padre el rey Barov, el castillo que construyó lo nombró en honor a su querida madre la reina Ravenovia y los extranjeros no son bienvenidos en el castillo sin una invitación.
Las almas de los que mueren en Barovia no pueden escapar a la otra vida por eso están presas en el dominio de Strahd por lo que muchos Barovianos reencarnan para continuar existiendo, mientras que otros nacen sin un alma.
Por ultimo mencionaron de dos aspectos importantes, la primera que los vistani son bendecidos con el poder de maldecir a los demás y que algunos poseen el poder de la visión, convirtiéndose en poderosos adivinos, sin embargo, no hay nadie más poderoso que Madame Eva.
El grupo seguro de las palabras mencionadas por las vistani, pagaron las cuentas de sus compañeros ebrios y levantando de las sillas a los hombres se despidieron de las dueñas quienes al unísono respondieron: -Cuídense aventureros y recuerden que los cuervos llevan almas perdidas dentro de ellos, por lo que no deben matarlos-
Extraña despedida que incomodó al grupo, pero aún así continuaron en dirección a la mansión del burgomaestre.
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