Liberadas las almas de los niños nuestro grupo continuó su camino explorando en todos los rincones de las criptas de la familia Durst, allí también vieron las criptas de los padres de Rose y Thorn, sus lapidas marcadas con los nombres de Gustav y Elizabeth Durst hicieron que Elizabeth recordara el linaje que ellos tenían, obviamente se trataban de los líderes del clan Durst desaparecido hace ya mucho tiempo, explorando las tumbas fueron atacados por un enjambre de ciempies que hirió al semiorco Rothman pero nada que lamentar quien luego de despachar a los insectos continuo su investigación por las diversas habitaciones de esta mazmorra.
Luego de una exploración exhaustiva en el comedor de los cultistas se enfrentaron también a un poderoso Grick cuyos tentáculos por poco devoran a Rothman, esta vez Lucky decidió imponer sus manos sobre su compañero para curarle las heridas, también mientras el grupo escuchaba más y más fuerte los cantos de los cultistas Lucky pudo detectar la presencia de cuatro necrófagos que estaban enterrados en los pasillos del sur, alertas de cualquier incauto que se acercara lo suficiente para devorarlo al instante.
Obviamente el grupo decidió continuar por otro lugar siguiendo los cantos de los cultistas, su paciencia los llevó a cuarto donde se escuchaban con claridad los canticos y lo que las voces decían: -El es el antiguo, el es la tierra- El grupo preso del pánico descendió las escaleras que conectaban con los cantos de los hombres llegando a una cámara que poseía objetos sacrílegos como ofrenda a un dios demoniaco.
Syndra aprovechó el momento para llenarse los bolsillos de estos objetos ante la mirada atónita de Freya, mientras Lucky, Rothman y Elizabeth continuaron a otra cámara que simulaba una especie de prisión. En ese lugar solo encontraron un esqueleto encadenado sin vida que poseía una capa negra como la noche y portaba un único anillo de oro en su huesudo dedo, es cuando Lucky con su mayal rompe la mano del esqueleto convirtiéndola en polvo y toma el preciado anillo.
Regresando nuevamente ante los demás vieron como la cámara de las ofrendas contenía otro pasillo inundado por unas aguas negras y pútridas, sin más a donde ir, Rothman y Lucky levantaron el rastillo que les impedía seguir adelante, pasando a una cámara traída de ultratumba, ¡era una cámara de rituales!. Mientras entraban todos los cánticos se detuvieron dejando el lugar en un silencio sepulcral, todos vieron como en el centro de esta cámara se encontraba un pedestal cuya forma asemejaba una multitud de necrófagos que devoraban el contenido del altar. Elizabeth subió a la plataforma para revisar el interior del altar, mientras Lucky observaba el lugar, viendo a lo lejos los desechos que posiblemente eran producto de la estadía de los cultistas en su tiempo, la inmunda masa cubierta de lianas y hojas despedía un olor nauseabundo, pero lo que es peor, parecía que la masa respirara.
Sin más que perder, Lucky alistó su jabalina en contra de la masa, en ese instante Elizabeth vio horrorizada que el contenido del altar eran los huesos de un bebé, habían encontrado a Walter.
En ese instante trece sombras aparecieron desde las paredes de la habitación reclamando al unísono: -Uno debe morir, Uno debe morir- Rothman alistando su hacha de mano, intentó alejar a las sombras pero sin efecto, por su parte Lion gritó a los vientos: -Nadie morirá esta noche- mientras iluminaba la zona con su llama sagrada. En respuesta las sombras gritaron coléricas: -Lorghoth el putridor, levántate, te lo imploramos-
Mientras eso ocurría el montículo de desechos se levantó y empezó su descomunal ataque, sus fuertes brazos hechos de lianas y hojas atacó sin piedad a Lucky, las sombras desaparecieron mientras la criatura asolaba el lugar, Freya sacó su gaita e inspiró a los guerreros, mientras Syndra con su poderoso Eldritch Blast atacaba en la distancia, por su parte Elizabeth disparaba con la ballesta ligera virotes que impactaban al ser. El daño era enorme, pero la vida del monstruo era mayor y sentía que los ataques eran cosquillas mientras aniquilaba uno a uno a los miembros del grupo.
En primer lugar cayó Lucky, pero su sangre orca logró mantenerlo de pie, el siguiente fue Rothman que fue absorbido por el monstruo, mientras los demás lanzaban sus mejores ataques y hechizos intentando salvar a su compañero. Gracias a Elizabeth que logró acertar un ataque furtivo al ser, este se desplomó por un segundo, tiempo suficiente para que Rothman lograra salir del interior de la criatura y acabara finalmente con el ser.
Una vez Lorghoth fue destruido, las voces de los cultistas resonaron una vez más: -¡El final llega, sea todo muerte!- mientras las palabras retumbaban en la cámara, el techo se empezó a desplomar, el grupo vio que era el momento de retirarse de la casa de la muerte, de forma que Elizabeth y Freya cargaron a un lastimado Lucky, mientras Lion retiraba los huesos de Walter del altar, el grupo huía mientras las paredes de la casa goteaban sangre de sus bordes y un ejercito de necrófagos los perseguían, al final el grupo fue perseguido por el cuadro de un hombre bien vestido con ropas victorianas cuyo marco estaba bordeado por un halo de fuego oscuro, al final y tras muchos traspiés el grupo logró salir de la casa viendo como la misma en su interior implosionaba.
Mientras el grupo se incorporaba una figura se acercaba por la carretera, los ojos de Syndra reconocieron al hombre como el mismo que se encontraba en el cuadro, este hombre saludo cortésmente al grupo mientras se dirigía a Elizabeth: -Pequeña Elizabeth, veo con mucho agrado que cumpliste con tu parte del trato, trajiste valientes especímenes para que pueda jugar con ellos, tu madre estaría orgullosa. Hablando de ella, será mejor que tengas un poco más de paciencia, pues las condiciones de su liberación han cambiado, viendo lo fuerte que te haz vuelto, he decidido que tu formes parte del grupo que me dará entretenimiento, espero que estés a gusto con estas nuevas condiciones y puedas acabar conmigo para liberar a tu madre- El grupo consternado intentó atacar al hombre, pero este flotó en el aire mientras con una risa maquiavélica se convertía en un enjambre de murciélagos, los guerreros que se encontraban consientes (todos a excepción de Lucky) intentaron atacar a la bandada de murciélagos, pero en ese instante un ejército de espíritus recorrió las calles atravesando los cuerpos de nuestros aventureros, dejándolos en un estado de locura, en especial a Freya quien se desmayó al instante y Elizabeth quien reía maniáticamente en el lugar gritando con todas sus fuerzas: -Vas a morir Strahd, ¡Te mataré! Hahahahaha-
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